En el peronismo bonaerense hay mayor optimismo por la posibildad de un triunfo en octubre

La elección bonaerense del último domingo tuvo un impacto positivo en el ánimo y las proyecciones del peronismo. De anticipar una posible derrota pasaron a pensar en la posibilidad de un triunfo ajustado. La realidad los encontró con una victoria aplastante. Así como el Gobierno se reacomoda frente a la dureza del golpe electoral, el peronismo trata de asimilar con rapidez el lugar de fortaleza en el que quedó.

Existe ahora una mirada distinta sobre lo que puede ocurrir el domingo 26 de octubre, cuando se lleve a cabo la elección nacional. El triunfo cambió el aire, hay mayor tranquilidad y se renovaron las expectativas. Empezó a diluirse, con cierta rapidez, la idea de que el país se iba a pintar de violeta.

A la derrota bonaerense del oficialismo nacional, se le suman otras tantas en distintas provincias como Salta, Chaco, Corrientes, Santa Fe y Jujuy. En la mayoría les fue mal, motivo que engrosa los argumentos que hay en el peronismo para proyectar una batalla electoral más pareja.

“En octubre tenemos una chance. Antes del domingo no la teníamos. Igual la lista es horrible. Está mal armada. ¿Cómo hacemos para que un pibe lo vaya a votar a Taina?“, se sinceró un intendente del conurbano. El entusiasmo es moderado pero está latente. La conformación de la lista nacional es, en gran medida, uno de los frenos a la proyección positiva.

Cristina Kirchner sigue creyendo que el desdoblamiento traerá muchos problemas en la elección de octubre (Sebastian Alonso)

Los intendentes del PJ están molestos porque no tuvieron lugares en la lista nacional. “No hay un intendente en toda la lista. Antes que los que están, que no arrastran votos, le tendrían que haber dado lugar a algún intendente de la Primera y a otro de la Tercera”, se quejó un jefe comunal con un largo recorrido en el conurbano.

En el peronismo sienten que el triunfo es un “espaldarazo importante” y que la diferencia en el resultado expone “el rechazo social que tiene el Gobierno”. Un legislador nacional puso un freno a tanto optimismo y aseguró: “La elección ni en pedo está ganada. Hay que entender eso y hay que militarla fuerte”.

La gran duda sobre la posibilidad de mantener el resultado electoral – que tuvo 13 puntos de distancia entre el peronismo y La Libertad Avanza (LLA) – pasa por la decisión y la voluntad de los intendentes de movilizar todo el aparato de los municipios.

Son varios, desde Cristina Kirchner hasta algunos propios intendentes, los que ponen en duda que el trabajo territorial se efectúe de la misma manera. Como la elección les queda lejana y los concejos deliberantes ya fueron renovados, la necesidad del triunfo es menor.

En el cristinismo creen que el desdoblamiento decidido por Axel Kicillof resultó ser positivo para la elección bonaerense, pero que aún debe pasar la prueba de octubre. Porque consideran que la jugada política fue a dos bandas y el resultado del 26 de octubre estará íntimamente atado a la decisión del Gobernador. “Si perdemos en octubre, es responsabilidad de Axel”, sentenció un jefe comunal muy cercano a la familia Kirchner.

Sergio Massa fue uno de los grandes artífices de la unidad en la provincia de Buenos Aires (Jaime Olivos)

Kicillof tuvo muy poca infliuencia en el armado de la lista nacional. Asumió el costo político de llevar adelante la estrategia provincial y enfrentar a todo el cristinismo, que le pedía elecciones concurrentes. Ahora seguirá haciendo el mismo estilo de campaña que lo llevó al triunfo el último fin de semana. Lo que resta saber es si habrá una mayor coordinación entre los diferentes campamentos.

En el sector referenciado en la ex presidenta aseguran que la cabeza de lista, que representa Jorge Taiana, fue elegida por Kicillof. Y, sumado al desdoblamiento, hacen que gran parte del peso de la estrategia esté depositado sobre su figura. En La Plata desmienten que Taiana haya sido puesto por el Gobernador, sin embargo reconocen que fue una opción planteada por el mandatario para poder encontrar un punto de equilibrio en la interna.

Taiana fue el candidato ideal para cerrar un acuerdo de no agresión. El punto de encuentro para evitar que las tensiones se eleven y Fuerza Patria vuelva a correr riesgo de fractura. Las diferencias internas sobre la estratregia electoral siguen vigentes. Solo fueron tapadas por la unidad y, posteriormente, por el triunfo.

Otra de las críticas al desdoblamiento está vinculada a la tracción de votos territoriales para poder empujar las candidaturas nacionales. Es decir, la sumatoria de votos concentrados en una misma elección y con un mismo objetivo: lograr un triunfo de la boleta peronista en todas las categorías. “La pelea contra Milei la tenemos que dar en el Congreso. Y si perdemos, vamos a tener menos fuerza para discutir y plantarnos”, se quejó un referente cristinista.

Axel Kicillof junto a dirigentes de la CGT durante el acto de celebración del domingo

En ese sector de la coalición conviven distintas posturas. Hay un puñado de dirigentes que aceptan que el contundente triunfo del domingo va a empoderar a Kicillof como un líder del peronismo bonaerense y que, al funcionar el desdoblamiento, el Gobernador ganó la interna. Otros creen que la situación contextual colaboró en forma determinante con el resultado y que el escándalo de los audios de Karina Milei y Diego Spagnuolo fueron los que definieron la elección.

“El resultado del domingo se explica porque mucha gente no fue a votar y no los acompañó. Es decir, se explica más porque a ellos les fue mal, más que porque a nosotros nos fue bien. Hay que tener en cuenta eso para la elección de octubre. Será distinta y es una incógnita cómo va a actuar el Gobierno”, precisó un legislador nacional.

Las medidas de contención de la Casa Rosada pasan a ser determinantes para la definición del escenario previo a la elección. En el PJ ven que parte del descontento que se expresó en los votos del domingo puede diluirse solo si hay un puñado de medidas económicas que corrijan, aunque sea mínimamente, el rumbo de la gestión. Parece, a priori, una misión imposible.

El peronismo visualiza una elección más accesible que antes. Siente que los fortaleció el rechazo al Gobierno y que, en un juego de polarización extrema, son la fuerza principal de la oposición y la que absorbe ese enojo. Tal vez por eso crean que la clave es mantener en pie una campaña lógica, no moverse de la línea de trabajo que tuvieron hasta acá y dejar que el oficialismo se desgaste con sus propios problemas.