Para los hinchas de Boca fue una de esas noches especiales, difíciles de olvidar. Con la magia en el aire de las ocasiones en que por ejemplo, en el último tiempo, el equipo de Miguel Russo dio la vuelta olímpica contra Gimnasia La Plata con la presencia de Diego Armando Maradona, el título ganado por el empate ante Independiente (gracias a la mano de River) y el de la presentación de Carlos Tevez. El recibimiento de Leandro Paredes en una Bombonera repleta con más de 50 mil hinchas será un hito que quedará para la posteridad.
“Esta fue igual a la de Tevez, no tengo dudas”, vocifera una voz que conoce a fondo el mundo Boca y se remonta a 2015, cuando el Apache dejó el lujo europeo después de disputar una final de Champions League para calzarse la 10 azul y oro otra vez. Ahora fue turno de un potencial ídolo que todavía tendrá que demostrar con la casaca de sus amores todos los pergaminos que firmó a lo largo de su carrera profesional, con el campeonato mundial con la selección argentina como estandarte.
La cita estaba pactada para las 18, pero todo se demoró y la gente se agolpó en las vallas que contuvieron ansiedad. No era para menos, volvía el hijo pródigo, pero también hubo miles de fanáticos de Boca que pisaron el estadio después de mucho tiempo o incluso lo conocieron. No fue el 100% del público que acude a los partidos, pero los espacios que se abrieron estuvieron colmados desde momentos antes de que el flamante 5 asomara su cabeza por el túnel. Solamente quedó inhabilitada la zona de palcos, que se cubrió con un telón que tenía la frase “Boca es grande por su gente”.
Ni los desperfectos técnicos que impidieron que las pantallas del Alberto J. Armando reprodujeran la conferencia de prensa en vivo de Leo lograron calmar a las fieras. En las tribunas se cantó como si se tratara de un partido por los puntos. El show de luces, los celulares moviéndose de lado a lado y la cumbia por los altoparlantes. “Siempre estaré a tu lado, Boca Juniors querido”, se cantó durante la vigilia por el jugador. Enseguida, se acordaron de River saltando y recordando su descenso (Paredes y su familia también). Prosiguió el vals con los brazos en coreografía y ya se acomodó la métrica silábica de la gran canción de la tarde noche en la Boca: “Que de la mano, de Leó Paredes, todos la vuelta vamos a dar”.
En uno de los palcos contiguos a los de la bandeja de La 12, la mamá de Leandro Paredes fija la mirada en una televisión y escucha cada palabra. Está embelesada, se deja llevar por el que es uno de los momentos más importantes de su vida. Ya vio a su retoño ser campeón en Qatar 2022, pero este sentimiento aflora con la misma intensidad. Luce la misma casaca azul y oro con la que Leandro aparecerá instantes después, acompañado de su esposa e hijos.
“Y dale Bo, vamo’ a ganar, que la vuelta, queremos dar”, es el tema con el que los fanáticos xeneizes hacen ensordecer a Paredes. Fuegos artificiales, humo azul y amarillo, banderas flameándose con su rostro y un telón en agradecimiento. El 5 salió vestido de jugador y motivó aún más a la gente. Todos se exacerbaron cuando se quitó el camperón pese a la fresca invernal y disparó la imaginación con su primer partido. Todavía no está claro cuándo será, aunque da la sensación de que en este escenario, el viernes 18 ante Unión de Santa Fe, se puede sellar el retorno oficial.
Hubo palabras de emoción, hubo abrazos con su esposa y sus hijos. Quizás les agradeció por lo bajo, pero el gesto ya lo dijo todo. Paredes, al igual que la directiva de Boca, trabajó mucho para concretar esta posibilidad. “No quiere hablar de números, lo pidió él”, le dijo una fuente confiable a Infobae, en el intento de precisar por cuánto fue el traspaso desde la Roma y si verdaderamente se ejerció una cláusula de salida. Todo quedó en un segundo plano, hoy Paredes y Boca se disfrutan a la par y proyectan lo que vendrá.
“Es para vos, es para vos, Gallina p…, la p… que te parió”, fue otra de las dedicatorias al eterno rival, que también goza de algunos campeones mundiales que todavía no le dieron demasiado rédito. A Paredes le acercaron varias pelotas y dio una vuelta olímpica regalándolas luego de firmarlas. Los hinchas ensayaron el salto de su vida para quedarse con alguno de esos balones en las plateas. Inclusive se oyó un “uhhh”, cuando un esférico pegó en la baranda de una platea media y cayó hacia una baja.
El final fue a todo trapo. “Leo, querido, La 12 está contigo”, cantó la hinchada desde la tribuna Pescia, mientras Paredes llevaba su mano al corazón. El 5 de Boca se perdió en el túnel en el que prometió buscar la gloria prontamente. La carátula del capítulo de su vuelta está presentada, ahora le tocará escribir cada hoja con el objetivo de hacer historia.
LAS MEJORES IMÁGENES DE LA PRESENTACIÓN DE LEANDRO PAREDES EN LA BOMBONERA
