Cristina Álvarez Rodríguez, Sergio Massa, Máximo Kirchner y Axel Kicillof. El peronismo selló un frágil acuerdo

A la madrugada, La Libertad Avanza en su alianza con el PRO y el peronismo K anunciaron a sus candidatos en las ocho secciones electorales bonaerenses en un cierre caótico que expuso la crisis interna y la fragilidad de los acuerdos cruzados. En un clima tenso, los dos espacios intentarán polarizar la campaña de cara a las elecciones desdobladas del próximo 7 de septiembre.

Las últimas 48 horas, y especialmente la jornada de ayer, fueron una verdadera exhibición del desorden y la feroz disputa interna que se desató en ambos espacios desde que Axel Kicillof decidió enfrentarse a la conducción de Cristina Kirchner y su hijo Máximo, y después de que el gobierno, bajo las órdenes de Karina Milei, impusiera un pliego de condiciones que el PRO terminó por aceptar con resultados dispares.

“Es todo un caos. Nunca se vio algo igual”, explicó ayer un dirigente peronista de la primera sección que, pasada la medianoche, no tenía demasiadas respuestas.

A punto de estallar, Fuerza Patria evitó una fractura, tras muy intensas tratativas. Un cierre inédito.

Anoche, el acuerdo con fórceps en el peronismo estuvo a punto de naufragar por discusiones severas en las cabeceras de las principales secciones, en particular en la tercera sección electoral, la segunda en cantidad de electores detrás de la primera pero la más receptiva al kirchnerismo. Trascendió que la expresidenta y La Cámpora habrían intentado imponer a Mayra Mendoza, muy cercana a San José 1111, según el kicillofismo para desplegar una campaña con “Cristina Libre” como slogan central, una condición que un grupo de intendentes referenciados en Kicillof no estaban dispuestos a aceptar.

Desde el camporismo respondieron que, en realidad, se trataba de una puja en el campamento del gobernador por los intendentes y candidatos, y la posibilidad de postulaciones testimoniales. Un síntoma de la fragilidad interna, y de que la unidad alcanzada finalmente no es otra cosa que un acuerdo obligado por la necesidad de presentar un frente homogéneo para hacerle frente a la alianza PRO-LLA y tratar de resguardar al peronismo K de una derrota en su principal distrito.

Desde el 2005, cuando los Kirchner derrotaron a los Duhalde, el kirchnerismo nunca ganó una elección de medio término. La diferencia es que, ahora, el peronismo llega inmerso en una crisis muy profunda y una rebelión interna por el liderazgo. No hay conducción.

Cristian Ritondo y Jorge Macri. El PRO irá con La Libertad Avanza para enfrentar al kirchnerismo en la provincia

Cerca de las 20, las oficinas de la gobernación, sede central de las negociaciones, estuvieron al borde del estallido. Kicillof ordenó entonces el armado de listas propias. Los teléfonos colapsaron. Sergio Massa, que reunió a su tropa, y Máximo Kirchner estuvieron en alerta máxima hasta después de la medianoche. Al final, se evitó la fractura, pasada la 1 de madrugada, con discusiones hasta altas horas que terminaron imponiendo a Verónica Magario y Gabriel Katopodis, en la tercera y la primera sección, respectivamente. Tienen el aval del gobernador. Las otras secciones quedaron en manos del camporismo y el massismo. Massa volvió a ser clave para evitar la fractura expuesta. El vínculo entre el gobernador y el jefe de La Cámpora no tiene retorno.

Hasta el fallo de la Corte Suprema de principios del mes pasado, la elección provincial se encaminaba a tener una atracción estelar por el anuncio de Cristina Kirchner, que preveía postularse en la tercera sección electoral para sostener su liderazgo en el principal bastión del kirchnerismo y condicionar al gobernador de cara al 2027. Anoche, la ex mandataria supervisaba las listas desde San José 1111.

El cierre de ayer arrojó, en ese sentido, una novedad: Kicillof logró forzar la imposición de candidatos de su espacio, Movimiento Derecho al Futuro, que fundó junto a un grupo de intendentes para independizarse del kirchnerismo. La rúbrica de las postulaciones se efectivizó en su oficina de la gobernación. Todo un avance. El gobernador no había sido tenido en cuenta en los últimos cierres, incluido el último, el del 2023, cuando ni siquiera fue convocado a la mesa de negociaciones conformada por el cristinismo, el massismo y los intendentes liderados por Martín Insaurralde. En esa oportunidad, tenía que comunicarse con el jefe de La Cámpora a través de su secretario.

Esta vez, Kicillof plantó bandera desde el momento en que decidió, de manera unilateral, desdoblar los comicios provinciales de los nacionales, una definición política rechazada por el kirchnerismo y el Frente Renovador de Massa, que cuestionaron la movida, atípica para el sistema provincial, acostumbrado en las últimas décadas a elecciones concurrentes. Cuando la Corte confirmó la condena de CFK, el cristinismo desplegó una avanzada para torcer la decisión, pero no hubo caso.

El desdoblamiento llena de incertidumbre el 7S, no solo por la novedad, sino porque los antecedentes del calendario no son alentadores: en todas las provincias en las que se celebraron elecciones bajó significativamente la participación ciudadana, en particular en Santa Fe, San Luis y la ciudad de Buenos Aires. Kicillof ni siquiera atinó a rever su decisión cuando se confirmó la condena a la expresidenta, un hito que, según buena parte de la dirigencia peronista, le daba al gobernador la excusa ideal para dar marcha atrás.

Cristina Kirchner supervisó el cierre de listas desde el departamento donde cumple prisión domiciliaria

Pasada la medianoche, el cristinismo, el kicillofismo y el massismo consensuaron listas conjuntas a contrarreloj, aunque sin que eso se traduzca en un acuerdo de unidad. Los vínculos penden de un hilo, y faltan consensos para consensuar la estrategia de campaña.

En simultáneo, también con base en La Plata, en oficinas de 46 y 13 y en uno de los salones del hotel Grand Brizo en el que anoche se terminaban de confeccionar las listas, el trabajoso acuerdo entre LLA y la conducción formal del PRO bonaerense selló una alianza de cúpulas de cara a las elecciones provinciales: “En la guarida del kirchnerismo va a vencer la libertad”, anunciaron en un comunicado. En paralelo, se expuso la crisis política entre el gobierno y el ala macrista, representada por Mauricio y Jorge Macri, que escaló desde la derrota amarilla en la casa matriz, la ciudad de Buenos Aires, y se resignaron a que un grupo de dirigentes, encabezados por Cristian Ritondo, avanzara semanalmente en conversaciones que concluyeron con la presentación del frente Alianza La Libertad Avanza, full violeta.

En un clima áspero por los intendentes macristas que se abrieron del acuerdo -Pergamino, Junín y 9 de Julio, entre otros-, la negociación había quedado atravesada ayer por las condiciones impuestas por la conducción libertaria, empecinada en desgastar la marca PRO. Soledad Martínez, de Vicente López, muy cercana al jefe de gobierno porteño, al final trabó un acuerdo. Como un gesto de distención. Los jefes comunales que no cerraron formalizaron acuerdo con el sector de Facundo Manes, Florencio Randazzo y Juan Schiaretti, que en las últimas 48 horas recibió innumerables consultas. Es el espacio que intentará terciar entre los dos sectores de la polarización.

La relación entre Karina Milei y Santiago Caputo es cada vez más compleja

Además, el cierre de anoche expuso que la disputa entre Karina Milei y sus armadores, y el bando que responde al consultor Santiago Caputo, es cada vez más compleja. “El Jefe” exhibió ayer su poderío: fue quien manejó la lapicera. Sebastián Pareja marginó del armado a Las Fuerzas del Cielo. “La novedad hubiera sido si nos daban algo”, se resignó un operador del consultor. “La lógica de Karina es: Santiago tiene todo el gobierno, yo tengo el partido”, agregó. En ese sentido, Pareja avanzó en soledad en La Plata con las candidaturas, en diálogo presencial con Ritondo como cabeza de un grupo de negociadores que incluyó a Diego Santilli -se aseguró un buen cierre- y Guillermo Montenegro, los principales promotores de una alianza bien violeta. Este último será el cabeza de lista en la quinta sección, la tercera en términos electorales.

En la primera, Diego Valenzuela estará al frente de la boleta de senadores provinciales. En la tercera, el primer candidato será Maximiliano Bondarenko, de Florencio Varela, un ex comisario de la Policía bonaerense que presagia uno de los temas que propiciará LLA en la campaña: la inseguridad.