Una nueva jornada de protesta se desarrolló en las inmediaciones del Congreso de la Nación este miércoles, una vez más caracterizada por la presencia de jubilados autoconvocados, de organizaciones de izquierda, afiliados de la Unión de Trabajadores y Trabajadoras de la Economía Popular (UTEP), productores y representantes de la agricultura familiar, entre otros espacios que se dieron cita como suelen hacerlo alrededor del parlamento. Las condiciones climáticas adversas, con precipitaciones intermitentes y temperaturas por debajo de los 10 grados, no desalentaron la manifestación semanal, que congregó a un grupo que se desplazó alrededor de la Plaza Congreso bajo la custodia de un estricto operativo policial.

Las imágenes y declaraciones registradas entre los asistentes dieron cuenta del despliegue de fuerzas de seguridad, que resultó notorio tanto por la cantidad de agentes como por la ubicación de vallas y móviles. Aunque en esta ocasión la columna de manifestantes fue inferior a la de semanas anteriores, la organización de la protesta mantuvo su dinámica habitual: la ronda circundante al Parlamento, con movimientos que buscaban evitar confrontaciones directas y cortes totales en el tránsito. Funcionarios policiales acompañaban de cerca a los asistentes para impedir alteraciones vehiculares en las zonas adyacentes.

La falta de respuestas oficiales motiva la persistencia de las rondas semanales y la suma de nuevos sectores al reclamo (NA)

El marco del reclamo estuvo marcado por el entrecruce de diferentes demandas. Por un lado, el sector de jubilados insistió con la regularidad de sus reivindicaciones en defensa de los haberes y el sistema previsional. Simultáneamente, productores agrarios y militantes de la agricultura familiar, campesina e indígena sumaron su presencia con pedidos vinculados a condiciones productivas, acceso a tierras y políticas sectoriales.

En diálogo con un móvil de C5N que se encontraba en el lugar, Ana, una de las jubiladas presentes, resumió la percepción compartida entre los manifestantes frente al esquema de control dispuesto: “El operativo es un poco exagerado. Más o menos cantidad, pero todos los miércoles tenemos esto. Siento indignación, pena, retroceso”, expresó. Por su parte, Alcira, médica jubilada, señaló: “Pensaban que no íbamos a venir por la lluvia, pero los jubilados estamos en un plan de lucha”.

La jornada se desarrolló con un refuerzo del cordón policial a cargo de fuerzas federales asignadas a la custodia del perímetro legislativo. Aunque la dotación de vallas dispuestas no fue utilizada en su totalidad, la presencia de efectivos fue visible desde las primeras horas de la mañana, en un intento por disuadir cortes y mantener la circulación en las arterias principales de la ciudad.

A lo largo del recorrido, se registraron episodios de desplazamiento circular. Los manifestantes modificaban su trayectoria sobre la Plaza Congreso, mientras agentes policiales intervenían, siguiéndoles, para evitar agrupaciones en cruces neurálgicos. El objetivo declarado por las fuerzas de seguridad era eludir bloqueos totales, aplicando el denominado protocolo antipiquetes.

La protesta semanal mantuvo su dinámica habitual, aunque con menor concurrencia que en jornadas anteriores (NA)

A diferencia de otros miércoles, la visibilidad del operativo y la menor afluencia modificaron la composición y la modalidad de la protesta, aunque no alteraron la tónica sostenida del reclamo.

El contexto en el que se realizó la movilización estuvo atravesado por la expectativa creciente de actividades para los próximos días. Los propios manifestantes en el lugar adelantaron que este jueves se espera un acto de mayor envergadura, centrado en el acompañamiento a los trabajadores del hospital Garrahan, quienes llevan adelante sus propias demandas sectoriales. La convocatoria del jueves prevé una movilización que se desplazará desde el Congreso hasta Casa Rosada en apoyo al personal sanitario, lo que anticipa un impacto significativo en la circulación y la actividad cotidiana del centro porteño.

Los participantes reiteraron que la permanencia de las acciones responde a la falta de respuestas concretas por parte de las autoridades respecto al pedido de recomposición salarial. Tanto los jubilados como los representantes de la economía popular confirmaron la disposición a sostener la agenda de rondas semanales y sumar adhesiones a los reclamos de otros sectores.

El operativo de seguridad desplegado mantuvo la consigna de evitar cortes y garantizar la circulación, mientras las organizaciones reafirmaron su determinación de continuar visibilizando sus demandas en el espacio público.