Las causas del accidente de tráfico que causó la muerte de los futbolistas portugueses Diogo Jota, del Liverpool, y su hermano André Silva, del FC Penafiel, en la autovía A-52 a la altura de Cernadilla (Zamora), sostienen todavía un signo de interrogación debido a la discrepancia entre el informe oficial de la Guardia Civil y los testimonios de quienes presenciaron el siniestro. Mientras el informe pericial señala que “todo apunta a un exceso de velocidad en relación con el límite autorizado”, los testigos principales aseguraron recientemente que el Lamborghini Huracán en el que viajaban los hermanos no cometió esta infracción.
Entre los testigos centrales se encuentra el camionero portugués José Aleixo Duarte, quien presenció y grabó el accidente. Según publicó el periódico luso Correio Da Manha, el transportista aseguró que fue adelantado por el automóvil de los futbolistas cinco minutos antes del incidente y que en ese momento circulaban a ritmo moderado. Al mismo tiempo, recalcó el “mal estado” de la carretera A-52, un aspecto que podría haber incidido en el desenlace fatal.
Según su testimonio, otro conductor presenció el derrape del Lamborghini en la autovía que une Galicia con Benavente. Duarte no fue el único en intervenir; otro camionero portugués, José Azevedo, también participó en los intentos de rescate y filmó las primeras imágenes del automóvil en llamas.
Azevedo, quien difundió su vídeo en redes sociales y respondió a críticas sobre su actuación en el lugar del siniestro, compartió su experiencia y reafirmó: “La familia de Diogo Jota tiene mi palabra de que no iban con exceso de velocidad”. Al mismo tiempo, explicó: “Filmé, me detuve, agarré el extintor e intenté ayudar. Intenté ayudar, pero debido al impacto del accidente, no pude hacer nada. Absolutamente nada”.
Sobre la conducción de los fallecidos, insistió: “Me adelantaron con total tranquilidad, sin exceso de velocidad. Ese día ni siquiera sabía quién era; me enteré al día siguiente. Compartí el vídeo con mi mujer, y por la mañana supe que eran los hermanos en el coche. Les doy mi palabra de que no iban a exceso de velocidad, con total tranquilidad”.
Azevedo expuso que conoce bien ese tramo de la vía y coincide con su colega sobre el mal estado del asfalto: “Conduzco por esta carretera todos los días, de lunes a sábado, y sé que no sirve para nada. He visto verdaderas barbaridades de otros coches, pero ellos iban super tranquilos”. Detalló que, a pesar de la oscuridad, pudo distinguir la marca y el color del vehículo: “Es oscura y, a pesar de ello, pude ver la marca y el color del vehículo a la perfección. Más tarde, por desgracia, terminó en la colisión”.
El informe emitido por la Unidad de Tráfico de la Comandancia de Zamora de la Guardia Civil había apuntado hacia el exceso de velocidad y problemas en una rueda del Lamborghini como causas probables del accidente. Sin embargo, los testimonios de Duarte y Azevedo pusieron el acento en el estado deficiente de la carretera y negaron que la velocidad fuera factor determinante.
El accidente ocurrió la madrugada del jueves 3 de julio. El deportivo que conducía Diogo Jota y en el que viajaba junto a su hermano André Silva se salió de la vía, volcó y acabó envuelto en llamas. Ninguno de los dos futbolistas logró sobrevivir.
Durante las investigaciones y los primeros resultados de las pericias, Javier López Delgado, presidente de la Asociación de Auditores de Seguridad Vial (Asevi), consultado por el medio La Opinión de Zamora, había señalado que varios elementos contribuyeron al desenlace fatal. Entre ellos, mencionó la velocidad, el estado del asfalto y la barrera de protección en la mediana.
Según López Delgado, la velocidad del vehículo era considerablemente alta, de acuerdo a las marcas de frenada en el lugar. El experto cuestionó el estado del pavimento, al advertir la presencia de errores que, según indicó, afectaron la adherencia del neumático. También sumó la situación de la barrera de contención, que en ese tramo podía funcionar como un obstáculo dada su ubicación y ángulo, impidiendo que cumpliera su función de protección. Hay que tener presente que distintos medios españoles habían deslizado también la chance de un reventón del neumático como causa del siniestro.