Después de 14 días de internación en el hospital José María Cullen, en la ciudad de Santa Fe, tras sufrir un ACV isquémico, Alejandra “Locomotora” Oliveras pasó el fin de semana de forma estable y poco a poco se la va desvinculando de la asistencia respiratoria mecánica. ”Cada día ha logrado tener respiración espontánea con menos asistencia del respirador», explicó este lunes el doctor Néstor Carrizo, jefe de la Unidad de Terapia Intensiva del centro de salud donde se recupera la exboxeadora.
Al brindar un nuevo parte médico, el doctor Carrizo dijo que este nuevo escenario refleja “un paso muy importante” en la rehabilitación de Oliveras. ”Neurológicamente, sigue sosteniendo el mismo examen neurológico, con momentos de apertura ocular y momentos en los que comprende alguna orden motora, con movilización del hemicuerpo derecho. Y el resto de los parámetros clínicos, tanto su presión arterial, su diuresis y su función de sus órganos ha sido estable“, detalló el profesional, durante una rueda de prensa brindada desde el nosocomio.
Consultado por los pasos a seguir, el titular de la UTI del hospital Cullen señaló que la prioridad ahora es “consolidar lo que se ha logrado e ir progresando hasta que pueda estar sin la necesidad de respirador durante todo un día o varios días”. Esto, según destacó el vocero, “posibilita una asistencia con kinesioterapia de mayor intensidad, debido a que ella está más estable, y una mayor interacción”.
Gracias a su pasado como boxeadora profesional, Oliveras cuenta con un físico privilegiado, lo cual le es de vital importancia para recuperarse con mayor velocidad. “Después de haber realizado la traqueotomía, rápidamente pudimos avanzar en el proceso de desconexión del respirador. Eso habla de su reserva de musculatura y que la capacidad respiratoria son muy buenas”, subrayó.
En cuanto a las posibles secuelas que podría exhibir Oliveras luego de sufrir el ataque cerebrovascular, el médico indicó que “seguramente la parte motora del lado izquierdo del cuerpo va a estar afectada, probablemente de forma permanente, aunque hay algunos pacientes que logran tener algo de movilidad”.
Hablaron los hijos de “Locomotora” Oliveras
Alejandro, uno de los hijos de la exdeportista, habló este sábado sobre el desconcierto que enfrentaron en los primeros días del cuadro clínico. “Al principio no entendíamos de qué se trataba. Eran distintos diagnósticos y cada uno con su tinte”, expresó en diálogo con el canal de noticias TN.
Sin embargo, admitió que el ánimo cambió en las últimas horas: “Ahora estamos mejor, más contentos. Se ve reflejada la fuerza física y espiritual de mi mamá y, gracias a Dios, está mejorando poquito a poquito”.
Para Alejandro, la evolución actual de su madre guarda relación directa con el estilo de vida que ha llevado durante años. “Está evolucionando bastante bien. Es una luchadora. Es muy favorable a la vida que ha tenido: entrenar dos veces al día, no tomar alcohol, comer sano. Eso le juega a favor ahora”, afirmó.
Por su parte, Alexis, quien reside en Santa Fe, indicó que cuando su madre lo visita, comparten tiempo juntos, y que en Buenos Aires permanece con su hermano. Sobre el vínculo entre hermanos, destacó: “Cuando estamos los tres juntos, estamos unidos”.
El agradecimiento hacia quienes siguen de cerca el estado de salud de Oliveras también fue un punto fuerte del mensaje familiar. “Queríamos agradecerles los mensajes, las cadenas de oraciones y a todo el mundo que nos hace sentir contenidos. Se siente esa fuerza y esa energía que hacen que ella esté mejor día a día”, manifestó Alejandro.
Al describir el impacto emocional que generaron los informes médicos anteriores, Alejandro no ocultó la crudeza del momento. “Eran desastrosos. Eran un gancho al hígado y otro a la cabeza para nosotros”, recordó. Sin embargo, contrastó con el presente: “Ahora, cuando nos dicen ‘che, tu mamá puede respirar’, es increíble para nosotros”.
Qué le ocurrió a la exboxeadora
El accidente cerebrovascular que afectó a Oliveras sucedió mientras dormía, lo que impidió que recibiera atención médica dentro de la llamada “ventana terapéutica”, el periodo en el que los tratamientos resultan más efectivos.
Según explicó el doctor Alejandro Musacchio (MP 5686), jefe del servicio de Neurorradiología Intervencionista del hospital, “teníamos que hacer una angioplastía en el cuello, tratar de sacarle los coágulos del cerebro; eso siempre y cuando esté dentro de unas primeras cuatro horas. Si pasaron las cuatro horas, es muy riesgoso y podemos provocarle una hemorragia”. La llegada de la paciente al hospital “fuera de ventana” limitó las opciones de intervención inmediata y condicionó el abordaje terapéutico.
Al despertar, Oliveras ya presentaba un déficit motor en el lado izquierdo del cuerpo. Tras pedir ayuda a sus hijos, fue trasladada inicialmente a un hospital de Santo Tomé, donde reside su familia, y luego derivada al Hospital José María Cullen.
El cuadro inicial incluyó desorientación y pérdida de movilidad en el lado izquierdo, síntomas que los estudios confirmaron como consecuencia de la obstrucción de una arteria cerebral. Al tercer día de internación, los médicos diagnosticaron un edema cerebral, lo que llevó a la realización de una craneotomía descompresiva el 16 de julio. “Se realizó la craneotomía para generar espacio y liberar presión que comprometía otras áreas del cerebro. Tuvo muy buena respuesta”, detalló Moroni.
Desde la intervención, la paciente permanece bajo monitoreo constante, sin evidencia de empeoramiento neurológico, aunque continúa con parálisis en el lado izquierdo. El equipo médico del Hospital Cullen mantiene un seguimiento permanente y ha comunicado que la situación de Oliveras no ha empeorado.